Cartas del mundo
Una pequeña ventana a otros países durante el encierro por covid
Tras la depresión de haber terminado la preparatoria, y haber roto mi relación con te de manzana canela, en el 2017 Hanny y yo decidimos mantenernos en contacto por medio de cartas ya que entre una y otra se crearían nuevas historias qué contar mientras recuperábamos la usanza de comunicarse por cartas al momento de leer nuestra caligrafía, hacernos dibujos y eventualmente, nos imprimimos trabajos que entregábamos en la escuela para leer nuestro lado intelectual (después de haber hablado de nuestras vidas amorosas)
Hanny fue la primera amiga que tuve en la secundaria junto con Chata; llegué el primer día de clases a mi nueva escuela, ellas estaban hablando entre sí y les pregunté “¿Puedo estar con ustedes?” de este modo, comenzó una linda amistad de seis años (tres de secundaria y tres de preparatoria). Al llegar al último año, mis amigas y yo planteamos el seguir en contacto por medio de cartas para tener esta bonita práctica de leer nuestra escritura mientras caminábamos a las nuevas etapas de nuestras vidas, pero solo Hanny y yo conseguimos mantener esta práctica durante los 3 primeros años de nuestras licenciaturas.
Llegó la pandemia y la práctica epistolar se fue perdiendo por el miedo a salir al correo y “por no tener algo interesante que contar” por estar en clases en línea, además de que Hanny comenzó a trabajar y estudiar, así que no encontraba un espacio para contestar mi carta.
Un día, muy a principios del encierro, en mayo del 2020, al ver un post de Facebook de “se buscan penpals” o “amistades de cartas” di con una página en donde te ponías en contacto con personas de todo el mundo, intercambiaban usuarios de Instagram y se ponían de acuerdo en mandarse cartas. Eventualmente, encontré varias cuentas de Instagram de penpals. La dinámica era sencilla: mandabas un mensaje a la cuenta con una breve descripción de ti (hobbies, intereses, edad, nacionalidad etcétera) quien administrara la cuenta le tomaba una captura de pantalla a tu mensaje y lo ponían en su perfil con la descripción “ella es (nombre) si quieres mandarle cartas contáctala a su usuario de instagram” .
Intercambié mensajes con chicas de San Luis Potosí, Minnesota, Japón, Corea del Sur, Indonesia y Ucrania pero con ninguna concreté el hacernos penpals. Después de unas semanas conocí a Manasha de Sri Lanka, Ezzarha de Francia, Jittida de Tailandia y Kamer de Turquía.
Kamer, fue la primera en mandarme una carta. Sentí una emoción y sensación en mis manos al tocar y abrir el sobre que había viajado por todo el mundo hasta la puerta de mi casa. Es una sensación que tuve con todas mis amigas por correspondencia y que me produjo mucha alegría. Kamer es una mujer turca, musulmana en sus treinta con dos peques, una nena y un nene, que trabaja en un hospital de Estambul como neuro-bióloga. Le costaba leer mis cartas porque no sabía mucho inglés, pero las releía para poder practicar. Me contaba que son su ajetreada agenda de doctora y madre, el escribir cartas, ponerle estampitas y recortes de revistas, era su modo de pasar el tiempo libre. Eventualmente su peque se le unió a hacer dibujos y hacer cartas. Al final de su primera carta me escribió Stay with love and healty, sentí muy bonito, con el amor innato que nos tenemos los seres humanos que cruza todas las barreras.
Unos meses después me respondió agradeciéndome por mi carta, me contó de su esposo y me aconsejó lo siguiente tras haberle contado en mi carta lo muy decepcionada que estaba en mi búsqueda de una pareja estable: “A man shouldn’t be selfish. If he thinks about you more tan himself, you find the right person, of course according to me =)“ [Un hombre no debe de ser egoísta. Si piensa más en ti que en él mismo, encontraste a la persona indicada. Claro, de acuerdo a mi =)]
Me contó que le gustaban los perros pero que el Islam no les permitía tenerlos en casa, pero los pájaros sí estaban permitidos así que tenía uno. Recordé a Pitaya, un chico con el que había salido a inicios de la universidad. Es fotógrafo de pájaros, así que al tratar de buscar su usuario en Instagram para tomar unas fotos e imprimirlas para mandárselas a Kamer me di cuenta que me había bloqueado de todos lados, así que usé una cuenta alterna y pude mandarle estas fotos de regalo a Kamer (con su debida anécdota de quién era el autor). En sus dos cartas me regaló estampitas y notas adheribles con bonitos diseños, los cuales, usé sabiamente para decorar mis cuadernos. Al terminar su última carta quedó de contarme más acerca de Estambul pero esa carta nunca llegó.
Jittida es una chica tailandesa que le gusta Imagine Dragons, Maroon 5 y Ed Sheeran. Mi carta de México a Tailandia tardó cinco meses en llegar. Ella me contó que vivía en una ciudad cercana a Malasia y era muy turística por la gente de Singapur pero que a raíz de la pandemia el lugar parecía pueblo fantasma. También tenía un novio francés así que practicaba el idioma en sus tiempos libres. Tiene una rosa que le dio su ex novio pero que la sigue cuidando con mucho cariño. Sólo nos mandamos una carta porque ella comenzó con su último año de la licenciatura en química y dejó en pausa su práctica de amistades por correspondencia (incluso tiene una cuenta dedicada a mandar postales con diseños bonitos)
La carta que más me gustó fue de Ezzahra, una chica musulmana francesa que viene de una familia migrante marroquí. Me mandó un cuadernito-carta, que la pasta era el sobre y la carta las hojas de la libreta (una fantasía para las personas que nos gusta la papelería bonita) había tomado clases de español en la secundaria y preparatoria, pero como su sistema de enseñanza es un desastre (de acuerdo con ella) no aprendió nada (sumado su mala memoria, así que ella asumía su respectiva culpa). Se le hacía la cosa más estúpida de la tierra la clase de “educación cívica y moral”. Habla árabe, pero principalmente, el dialecto marroquí aunque podía entender otros (excepto el Túnez) y el momento en el que escribió la carta estaba muy emocionada por usar su hijab por primera vez pues había llegado a la edad correspondiente para portarlo.
Una de las preguntas que me hizo fue si su carta me había hecho sonreír, y ¡claro que lo hizo! Ella, por su lado, me mandó un recorte de un gatito muy sonriente, en la parte de atrás me escribió “así me puse cuando mi hermano me dijo que me había llegado una carta de México” así que tuve una doble sonrisa en mi corazón.
Lo que más me enterneció de ella era que relacionaba a las personas con una flor, no me dijo por qué porque no quería aburrime pero que si le preguntaba de vuelta me diría, pero su padre y hermano enfermaron y me mandó una postal deseándome feliz navidad (aunque llegó en febrero) así que no supe el porque, aunque le escribí de vuelta para insistir en una respuesta porque me intriga mucho saber cómo piensa. Ella se veía como una diphyllia que es una de las flores más hermosas porque sus pétalos son transparentes y parecen de cristal (fuente: Google, créanme) La última vez que hablé con ella, fue para preguntar cómo estaba, y me dio la noticia de que su padre había fallecido.
Finalmente, hablé mucho con Manasha de Sri Lanka, a pesar de que solo recibimos una carta de la otra, nos mantuvimos mas en contacto por mensajes de Instagram y Facebook. En su carta me contó acerca de su familia, su casa en una zona casi rural que ni Google Maps tenía en su registro y me mandó dos regalitos: una pulsera, la cual usa mi borreguita de peluche de mi estante, y unos perritos de madera, que están colocados en la cabecera de mi cama. Ella estudia sociología e iba en el mismo año escolar que yo, así que de vez en cuando nos preguntábamos cosas en torno a nuestros países. Una de las cosa que más me llamó la atención es que en su clase vio que en México tendíamos a casarnos con los árboles. Sinceramente no sé si lo malinterpretaron con un post en favor del medio ambiente o si hay en verdad una secta que se casa con árboles (procedo a buscar información)
En efecto, en el 2018 treinta mujeres oaxaqueñas se casaron en San Jancito Amilpas con árboles locales a modo de protesta por la deforestación y la tala ilegal. De hecho unas de las fotos del artículo estaba en la presentación de power point que me mandó Manasha de su clase.
Los meses pasaron, vi como se comprometió y se casó con un joven, no me platicó mucho al respecto, pero en su tik tok documentó casi toda la ceremonia.
(Genial, la primera amiga que tengo que se casa y vive en Sri Lanka)
Fuente:
¿Por qué estas mujeres oaxaqueñas están casándose con árboles? (2018), masdemx.com, recuperado de: https://masdemx.com/2018/03/mujeres-casan-con-arboles-matrimonio-deforestacion-mexico/ consultado el 18 de marzo del 2022.