Té de manzana canela
Un modo sensitivo de recordar al primer amor con imágenes aleatorias que evocan a mi adolescencia
Me había negado a probar el té de manzana canela porque me habías dicho que era tu favorito.
Sentía que si lo bebía me recordaría a ti, aunque su olor no me recordara a ti, como lo hace un jabón neutro o el perfume que te encantaba, que por cierto, recién me lo terminé.
Tras alejarnos hace cinco años, hoy, soñé contigo. Caminábamos por las veredas frondosas que nos eran familiares y platicábamos de música, y de la vida en general, como lo solíamos hacer. Ibas a mi casa a tomar tu refresco favorito y convivíamos con el mejor amigo. Tú en tus jeans y yo en mi pijama de siempre.
Te preguntaba si seguía en pie la oferta de ser amigos, propuesta la cual te rechacé hace algunos años. Aceptabas sin dudarlo y me regalabas una dulce sonrisa acompañada de tu corta risa. Que alivio sentía, en eso, te desvanecieras en mi vigilia.
Por eso hoy, después de haberme despertado, decidí probar el té de manzana canela por primera vez en mi vida. Si te soy sincera, lo esperaba más dulce.
Genial